¡Nos hemos ido a esquiar a Boí Taüll!

¿Estabas pensando en ir a esquiar a la estación de esquí Boí Taüll? ¡Pues has tenido suerte! En el post de hoy vamos a explicarte: cómo llegar, nuestra experiencia en las pistas, dónde nos hemos alojado… y esperamos que todo ello pueda ayudarte si estás pensando o tienes intención de ir a esquiar a esta fantástica estación.

 

Además, te daremos unos cuantos tips y alguna curiosidad sobre la estación y también sobre sus alrededores.

 

Pero antes de explicaros nuestro súper fin de semana en Boí Taüll, te dejamos uno de nuestros posts anteriores sobre Boí Taüll. Dónde te explicamos cómo es la estación y por qué es un lugar de esquí tan genial. Y ahora sí, ¡atento que la aventura empieza!

 

 

El trayecto y la carretera

 

Nosotros realizamos el trayecto con nuestro coche y te recomendamos que planifiques tu viaje para intentar llegar con luz al destino. Lo decimos, porque el último tramo de la carretera es bastante oscuro (carece de iluminación) y con algunas curvas bastante cerradas. Por ese motivo, tanto si no conoces bien el trayecto como si ya lo conoces, te recomendamos llegar de día para que no se te haga nada pesado el tramo final.

 

Cabe decir que antes de llegar a este último tramo, la carretera es bastante cómoda, recta y segura. De hecho, el viaje en sí se nos hizo corto, con buena música y por supuesto, teniendo cuidado por la carretera, llegamos en un periquete.

 

 

¿Dónde nos hemos alojado?

 

Cuando llegamos nos dirigimos al ApartHotel Augusta 4*, situado en el Pla de l’Ermita a tan sólo 9,3 km de la estación de esquí. El edificio está construido como todas las casitas que encontramos en la montaña: de piedra, pizarra y madera. Sin duda, se trata de un establecimiento muy acogedor, con un total de 39 apartamentos muy amplios y totalmente equipados, como os contaremos un poco más abajo.

 

 

Al entrar en el que iba ser nuestro apartamento durante unos días, un agradable salón-comedor con una pequeña cocina nos recibió. El comedor tiene una televisión y un sofá comodísimo que se convierte en cama. Como podéis ver en la imagen, la sensación de hospitalidad que desprende la estancia es total.

 

 

La cocina, anexa a la zona del salón y situada junto a la entrada, cuenta con todo lo necesario para aquellos clientes que opten por prepararse sus comidas o cenas en la propia habitación. Dispone de un microondas, una nevera, un fregadero (incluida una bolsa con estropajos y jabón para limpiar) y una placa de inducción. Pero… ¿y la vajilla y resto de utensilios? No te preocupes, los cajones de la cocina están llenos de cubertería, platos, sartenes y todo lo que necesitas para sentirte como si estuvieras en la cocina de tu casa. ¡Hasta había una cafetera para hacerte un café calentito por la mañana! 🙂

 

 

La verdad es que nosotros no llegamos a hacer uso de la cocina, ya que preferimos probar el restaurante del Aparthotel al tener incluida la media pensión. Los desayunos son de tipo buffet y súper completos, había casi todo lo que puedas imaginar: huevos fritos, bacon, muchos cereales, embutidos, diferentes tipos de pan, tomate triturado para hacer nuestro querido “pà amb tomàquet” y…. ¡churros con chocolate! Perfectos para coger fuerzas y prepararnos para nuestros días de esquí.

 

 

Tras un día intenso en pistas del que hablaremos más tarde, volvimos al Aparthotel Augusta 4* para relajarnos en el Spa del Hotel antes de cenar. El Spa es muy grande y moderno, aunque la temperatura del agua podría estar algo más caliente. De todas maneras, nos consta que es algo sobre lo que estaban trabajando. ¡Por cierto! Te recomendamos que en recepción preguntes sobre qué horas el spa suele estar más tranquilo, ya que nosotros coincidimos con varias familias con niños y hubiéramos preferido algo más de intimidad 😉

 

 

Posteriormente, teníamos la cena en el hotel y de hecho, ¡nos moríamos de hambre! Nada más llegar al restaurante, nos dimos cuenta de que tiene un servicio muy rápido y el personal es muy agradable. Realmente nos quedamos muy satisfechos con el servicio que nos ofrecieron y los platos que tuvimos opción de probar los dos días estaban más que buenos. Además, la 1a noche, mientras estábamos cenando, en la terraza del hotel apareció… ¡un zorro!

 

Por lo visto, el animal viene todas las noches a pedir comida a las empleadas del restaurante, y ya es uno más de la familia 🙂 Los niños no paraban de hacer fotos y de alucinar al ver a un animal salvaje separados tan solo de un cristal.

 

 

Ya de vuelta a la habitación y con ganas de descansar, tuvimos que andar con cuidado ya que nuestro apartamento estaba abuhardillado y aunque el efecto sobre la estancia es precioso, si en medio de la noche te levantas para ir al baño… cuidado en no darte con el techo (os aseguramos que duele ;-p). La cama, en nuestro caso, era de matrimonio, con varias almohadas a escoger. También es posible escoger camas separadas. Además, hay un pequeño armario con perchas para que coloques tu ropa y la maleta, así como mesitas de noche a cada lado de la cama.

 

 

¿Y el baño? Ni extremadamente grande, ni extremadamente pequeño con amplitud suficiente. Eso sí, un gran espejo invadía casi toda la pared. Pero lo mejor era la bañera, ya que después de estar todo el día deslizándote sobre la nieve y disfrutando muchísimo, relajarte con un baño de agua caliente es una de las mejores sensaciones que puedes tener. Además, el aparthotel incluye en la habitación toallas y unos botecitos de jabón, crema y un cepillo de dientes con su pasta dental, entre otros amenities. Lo dicho, ¡como en casa!

 

 

Nuestra experiencia en la estación

 
Ahora sí, vamos a hablar de dos días de esquí que fueron geniales, soleados y con muchísima nieve polvo por todas las pistas. La estación de esquí Boí Taüll es una joya para las familias y los debutantes. Además, tiene forma de hoya (gran hoyo), es decir, todas sus pistas confluyen en un mismo punto. Perfecto para tener un buen control sobre tu situación y sobre la de tus familiares o amigos.
 
Desde la terraza de la la cafetería situada en Pla de Vaques tienes una vista panorámica de todas las pistas, perfecta para vigilar a los peques. Y si quieres compartir con todas las redes sociales tu increíble día de esquí no te preocupes por tus datos, dispones de WIFI gratuito en todo el complejo. 🙂
 

 
Las pistas son de considerable anchura y bastante largas, perfectas para debutantes y con zonas para esquiadores más avanzados. Te recomendamos que pruebes la pista Tobogán, tiene forma de U y es muy divertida. La estación también tiene dos áreas de freestyle y un snowpark que no está nada mal ¡Nosotros nos atrevimos a probarlo!
 
Por otro lado, el ambiente de la estación es genial. Los riders y los profesores son super amables y están cargados de buen rollito, estuvimos charlando con ellos y nos dieron unos consejos muy prácticos para disfrutar de la estación a tope. La única pega de la estación es que los remontadores son un poco viejos y en diferencia con otras estaciones van más lentos, pero nada que arregle la amabilidad del servicio y la satisfacción de deslizarte por estas buenas instalaciones.
 

 

Transporte en bus hasta la estación

 
Aunque anteriormente te hemos explicado que nos desplazamos hasta el Aparthotel con nuestro vehículo propio, para llegar a las pistas utilizamos el autobús. Este año como novedad, la estación ha proporcionado un transfer para todos los esquiadores que se alojan en los hoteles y aparthoteles y algún establecimiento de la valle. Es gratuito y puedes llevar tus esquí o tabla contigo (los dejarás en el maletero del autobús). Tiene 3 salidas durante la mañana para ir a la estación y para la vuelta 2.
 

 

¿Dónde hemos alquilado el material?

 

En el edificio situado en Pla de Vaques se encuentra la tienda de alquiler, a tan sólo unos pasos de las pistas. A tener en cuenta que la estación de Boí Taüll no dispone de gama baja para el alquiler de material, solamente tienen gama media y gama alta.

 

 

¡Y en menos de 10 minutos estábamos equipados y con todo pagado! El personal estaba muy bien organizado, ya que os aseguramos que la tienda estaba bastante llena. Casi que fue entrar y salir, los profesionales fueron muy simpáticos y ayudaban a todos los clientes para que se sintieran cómodos con todo el material. Por otro lado, el forfait ya nos lo habían entregado en la recepción del Hotel y a diferencia con otras estaciones su precio es mucho más reducido.

 

 

¿Cómo es la comida y la cafetería?

 

Entre bajadas, subidas y más bajadas las mañanas se nos pasaban volando y llegaba la hora de comer para recargar fuerzas. Nosotros comimos en la Cafetería Self-service Isard, situada en el edificio principal.

 

 

El menú de adulto tiene un precio muy económico de 9 € y puedes escoger entre una hamburguesa o un bocadillo, a escoger (el bocadillo que se llaman la vall de boí está hecho con butifarra autóctona). Te entra también unas patatas fritas y la bebida que prefieras entre refresco o cerveza. ¿No te entran ganas de probar un bocadillo con butifarra auténtica de la zona?

 

 

Un paseo por Taüll y Boí

 
Cuando la jornada de esquí se terminaba (a las 17:00 h) aprovechamos y después de ducharnos, exploramos un poco el Valle de Boí.
 
Te recomendamos que pasees por las calles empedradas y callejuelas del pueblo de Taüll y Boí ya que són de belleza mágica. Dos pueblos rodeados de montañas, naturaleza y tranquilidad donde cada piedra del pueblo tiene una historia increíble que espera ser contada. A continuación te explicamos los lugares más emblemáticos que no te puedes perder:
 
– Iglesia Sant Climent de Taüll: es la iglesia más importante del pueblo de Taüll, con un campanario de seis pisos, la iglesia resalta sobre todo el pueblo.
 

 

– Iglesia Santa Maria de Taüll: una iglesia románica que se encuentra en el casco viejo del pueblo de Taüll y si te fijas, tiene el campanario inclinado ya que el suelo sobre el que está asentada la iglesia es inestable.

 

 

– Sant Joan de Boí: esta iglesia es como un templo rural que alberga en su interior mucha historia, ha sido declarada Monumento Histórico Artístico y Patrimonio de la Humanidad.

 

 

– Parque Nacional de Aigüestortes y Lago de San Mauricio: es el único parque existente en Cataluña. En el parque encontraremos la vida animal y la vegetación de la zona, la belleza de este lugar es indescriptible.

 

 
Además Boí y Taüll están rodeados de ríos y riachuelos, puedes caminar por puentes de piedra y hacer unas fotos de postal del paisaje.
 

Lugares que están de rechupete

 
Aunque os hemos contado que durante nuestra estancia hicimos las cenas en el aparthotel, hubo dos días que decidimos probar la gastronomía del pueblo. Una tarde salimos a pasear por el pueblo de Taüll y mientras descubríamos la iglesia de Santa Maria de Taüll nos entró el hambre. Y decidimos cenar en el Bar de la Plaça, un lugar rústico donde los habitantes del pueblo se reunían para mirar el fútbol o charlar un rato. La cena estaba riquísima, nosotros nos pedimos unos bocadillos (hecho con pan artesano) y unas tapas, la sorpresa fue que el precio era muy económico.
 

 
 

Asimismo, te recomendamos que te acerques al pueblo de Boí y entres al Restaurante Pizzeria Casos. El lugar es muy acogedor, nosotros comimos sentados al lado de una chimenea de leña. Pero la razón de porque debes ir a este restaurante es su plato estrella, los raviolis de calsots acompañados de una salsa de romesco deliciosa y de postre te aconsejamos que pidas helado de bolets, está increíble y es muy exótico. Toda la comida es casera, hasta la pasta de los raviolis. A nosotros se nos hace la boca agua cada vez que pensamos en este plato. ¿Te gustaría probarlo?

 

 

¿Qué te ha parecido nuestra experiencia en Boí Taüll? Ahora ya puedes ir a lanzarte por sus pistas y descubrir el Valle o cuéntanos alguna experiencia en esta estación. ¡Nos haría mucha ilusión!