Aramón volverá a gestionar la estación de esquí de Candanchú para abrir este invierno
Publicada:
1 sept 2021
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La DGA y la Diputación Provincial de Huesca han llegado a un acuerdo para que las instalaciones de Candanchú puedan volver a ponerse en marcha para esta próxima temporada de esquí. Así lo adelantó ayer el presidente aragonés, Javier Lambán durante una visita institucional a la empresa de fertilizantes Fertinagro Biotech. Hoy ambas instituciones se han reunido con Alcaldes de la zona en donde se ha planteado que sea Aramón la que gesitone el complejo invernal durante esta próxima temporada.
Se repetirá de esta manera la situación que se vivió en 2012, cuando la empresa participada al 50% por la DGA e Ibercaja tomó las riendas de Candanchú para evitar también el cierre.
La estación de esquí es propiedad al 75% de Ibernieve, sociedad participada por las familias Solans, Yarza, Alierta y Forcén, propietarias también hasta este verano del club de fútbol Real Zaragoza a través de la sociedad Fundación 2032. Hace unas semanas vendieron las acciones de la entidad deportiva tras no haber logrado devolverlo a la Primera División de La Liga. Según adelanta El Periodico de Aragón, los accionistas de Ibernieve están de acuerdo en ceder la estación durante este invierno por un precio simbólico.
«Estamos abiertos a cualquier posibilidad siempre que eso no suponga un perjuicio para la propiedad».
Faltará también el sí definitivo de Aramón a hacerse cargo de la gestión de Candanchú. Antes se deberá llegar a un acuerdo respecto a ese precio simbólico y las acciones que se pueden hacer.
Sobre el futuro de Candanchú, Ibernieve ha hecho saber que tienen claro que pasa por la unión con Astún y Formigal para formar un gran dominio esquiable. También esperan más implicación del Gobierno de Aragón en el sector de la nieve.
Lo que no se contempla en esta ocasión, como si lo fue en 2012, cuando entró precisamente Ibernieve, es la venta de los activos de Candanchú. La deuda actual se calcula en unos 4 a 5 millones de euros, a los que habría que sumar recomprar las acciones de Ibernieve, realizar inversiones urgentes, además de los gastos fijos de personal e instalaciones. En total, si alguien se quisiera quedar con Candanchú debería desembolsar más de 15 millones de euros.