La guía definitiva para preparar tu material de esquí o snow
Publicada:
2 oct 2022
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Contenido
1 Cómo poner a punto tus esquís o tabla de snow, paso a paso
2 Revisa las fijaciones
3 Comprueba que tus botas estén en buenas condiciones
4 Lava tu ropa de esquí antes de ir a la estación
5 Inspecciona el casco de esquí…
6
7 …y tus gafas de esquí
8 Lleva una buena crema de protección solar contigo
¡Que el estreno no te pille con el pie cambiado! Para que lo tengas todo a punto para el gran día, aquí te traemos nuestra guía definitiva para preparar tu material de esquí o snow.
Así es: si eres tan fan del deporte blanco como nosotros, sabrás que no basta con reservar tu forfait de esquí, sacar tus esquís, tu tabla de snow o tu ropa del altillo o del trastero y, sin haberles echado una ojeada, poner rumbo a tu estación favorita. ¡Error! Ahora que ha comenzado la cuenta atrás, es el momento de asegurarte de que todo está listo para deslizarte ladera debajo de forma segura. Para ello, ponte en forma para la nueva temporada de esquí —con lo que podrás prevenir caídas y lesiones— y cerciórate de que tu equipo está en buen estado con estos consejos. Recuerda: ¡solo quedan tres semanas!
Cómo poner a punto tus esquís o tabla de snow, paso a paso
Empezamos nuestras recomendaciones para preparar tu material de esquí o snowboard fijándonos en los que serán tus grandes aliados: los esquís o la tabla. Para que te den un rendimiento óptimo, necesitan una buena capa de cera y tener los bordes bien afilados. Sigue estos sencillos pasos para que estén perfectos antes de tu debut en esta temporada.
❄ Lo primero que tienes que hacer es eliminar los restos de cera protectora, así como la suciedad y el polvo que se hayan podido ir acumulando en los meses de verano y otoño. Utiliza para ello un cepillo de latón y, a continuación, pasa un papel de cocina o un paño humedecido con disolvente. Si ves que tus esquís o la tabla están muy sucios, echa mano de tu manguera de jardín. Eso sí: comprueba que los esquís o la tabla estén secos antes de continuar con su puesta a punto.
❄ Inspecciona los bordes y desprende las rebabas, los restos de óxido y otras imperfecciones que se hayan producido con el uso, ayudándote para ello de una piedra abrasiva. Da un par de pasadas por los cantos, haciendo una pequeña presión. Next!
❄ Afila tus esquís o tu tabla. Para limar tus esquís o la tabla de snow, puedes utilizar una lima común o una lima con adaptadores. Opta por pasadas largas, ejerciendo una leve presión, hasta conseguir un tacto que raspe, pero que no corte. ¿Prefieres un resultado aún más pro? Emplea una mesa de trabajo y un angulador, lo que te permitirá recuperar la inclinación de los esquís al salir de fábrica (89 grados). Para un resultado ideal, puedes ayudarte marcando el canto con un rotulador. También puedes usar correas de sujeción, lo que facilitará tu labor. De todos modos, si no tienes práctica o no dispones de las herramientas necesarias, no dudes en acudir a cualquier tienda especializada, para no dañar tus esquís o tu tabla.
❄ Encera los esquís o la tabla de snowboard. Calienta la plancha y, cuando alcance la temperatura adecuada, acerca un bloque de cera para que gotee por toda la suela. Pasa la plancha por el esquí o la tabla y distribuye la cera de manera uniforme (procura no pararte, porque esto haría que se acumulase en exceso en un punto). Evita también que la plancha esté demasiado tiempo en contacto con la suela, puesto que podría dañarla. Luego, deja que la cera se absorba durante un día entero (aunque a veces es suficiente con una hora). Transcurrido ese tiempo, usa una rasqueta de plástico para retirar la cera de más, siguiendo para ello el sentido de desplazamiento del esquí o la tabla. Escoge primero una rasqueta gruesa, y después, otra más fina.
❄ Por último, pule la superficie del esquí o la tabla, recurriendo para ello a un cepillo de nilón. ¡Todo listo para la nueva temporada!
Un consejo: si quieres iniciarte en el snowboard pero aún no tienes tu propia tabla —o bien eres un/a rider consumado/a, y crees que tu fiel compañera ya se ha ganado una merecida jubilación—, echa un vistazo a este artículo sobre cómo elegir la mejor tabla de snowboard. ¡Acertarás sí o sí!
Revisa las fijaciones
Otro de los aspectos que hay que tener en cuenta a la hora de preparar tu material de esquí es inspeccionar las fijaciones. Empieza revisando cada encuadernación en busca de posibles desgastes y limpia la suciedad de la temporada pasada con un trapo húmedo. No queremos ser agoreros, pero no está de más recordar que una encuadernación con problemas puede traducirse en lesiones durante el esquí.
Para que esto no ocurra, la mayoría de los fabricantes de encuadernaciones recomiendan llevar los esquís, la tabla de snow y las botas —ahora hablaremos de ellas— a una tienda de esquí una vez al año para que prueben las encuadernaciones y las ajusten a los estándares que establece el Instituto Alemán de Normalización (Deutsches Institut für Normung, DIN). Sí, sabemos que suena un poco raro, pero los especialistas del esquí tienen este tema bajo control.
Comprueba que tus botas estén en buenas condiciones
¡Llegó el momento de ponerse las botas! Literalmente, porque deberás pasarles revista antes de incluirlas en el equipaje de tu próxima escapada de esquí. Inspecciona cuidadosamente el calzado y comprueba que el talón y la puntera no estén demasiado desgastados, ya que esto puede afectar la forma en que la bota interactúa con la fijación. Retira el revestimiento y verifica que esté en buenas condiciones. ¿Es así?
Seguimos, pues: pruébate la bota y asegúrate de que la presión es adecuada. ¿No lo ves claro? Una vez más, en un establecimiento especializado te ayudarán a solucionar cualquier problema, para que el calzado no arruine tu regreso a las pistas de esquís.
¿Tienes en mente ir a esquiar con niños? En ese caso, es necesario que los peques se calcen las botas, porque seguramente habrán crecido en los últimos meses y necesitarán alguna talla más.
Lava tu ropa de esquí antes de ir a la estación
De acuerdo: entre ir a una estación de esquí y acudir a la Semana de la Moda de Milán hay un trecho. Aun así, es importante que tu ropa de esquí esté impoluta.
Aunque pueda resultarte extraño, te aseguramos que la suciedad en los pantalones y la chaqueta de esquí puede afectar al rendimiento de la tela, ya que obstruye sus poros. Por eso, es importantísimo mantener la ropa limpia.
Veamos cómo: revisa primero los bolsillos, en busca de algún bálsamo de labios, alguna barrita energética que no llegaste a comerte o calderilla para comprar el almuerzo en la estación de esquí. Una vez desalojados estos inquilinos, hay que dejar la ropa resplandeciente.
Revisa las etiquetas con las instrucciones de lavado y síguelas al pie de la letra. No obstante, la mayoría de los fabricantes recomiendan lavar la ropa a máquina y en agua fría. Usa un detergente suave como o uno que esté específicamente formulado para ropa de abrigo. Después de lavar las prendas, puedes tratarlas con una fórmula impermeabilizante líquida o en espray. Por cierto: ¡no descuides los guantes!
Si vas a ir a esquiar con tus hijos, es necesario proceder como con las botas, haciendo que los niños se prueben todas las prendas y los complementos, para asegurarte de que no se les han quedado pequeños. ¿Toca ir de shopping? Entonces, aquí van unos (buenos) consejos para comprar tu ropa de snowboard o esquí.
Inspecciona el casco de esquí…
Aunque la vida útil de un casco de esquí acostumbra a ser de unos tres años, es probable que haya que cambiarlo antes. Para valorarlo, toma el tuyo y verifica que no tenga ningún golpe o abolladura, que no hay empezado a deformarse o que no asome el material que forma su estructura interior.
Si ves algún desperfecto, deberás comprarte otro casco. Para elegir el más adecuado, comprueba que cumple con todas las medidas de seguridad para practicar deportes de montaña, que se adecue a las dimensiones del cráneo y que tenga orificios de ventilación, ya que nuestro cuerpo pierde calor por la cabeza. Asimismo, si tu casco cuenta con otros accesorios o complementos —como cámara de fotos, linterna o una pantalla—, asegúrate de que todo funciona correctamente.
Otro de los aspectos que hay que tener en cuenta a la hora de preparar tu material de esquí es inspeccionar las fijaciones. Empieza revisando cada encuadernación en busca de posibles desgastes y limpia la suciedad de la temporada pasada con un trapo húmedo. No queremos ser agoreros, pero no está de más recordar que una encuadernación con problemas puede traducirse en lesiones durante el esquí.
…y tus gafas de esquí
Este accesorio es indispensable. Además de filtrar los rayos UVA —cuidando así tu salud visual—, este complemento también protegerá tu rostro si sufres alguna caída en la nieve. Por eso, deberás cerciorarte de que tus gafas no presentan deformaciones, golpes o arañazos que dificulten la visibilidad. ¿Crees que tienes que cambiarlas? Opta por gafas de esquí antiniebla y que tengan un buen sistema de ventilación. Impedirás así que se empañen mientras estés en la nieve, lo que dificultará tu visión.
Lleva una buena crema de protección solar contigo
Here comes the sun! A estas alturas, no hay nadie que no haya oído hablar de los riesgos de sufrir quemaduras solares en la nieve. Para que tu piel no se resienta, debes aplicarte 20 minutos antes de salir a las pistas una crema solar con un alto factor de protección (aconsejamos un SPF de 50). Asimismo, deberás repetir la operación con frecuencia en las partes expuestas al sol. ¿Tienes un protector solar de la temporada pasada? Si es así, deberás reemplazarlo, ya que estos productos pierden eficacia al año de haber abierto el envase.
Si bien ya hemos hablado de él con anterioridad, no te olvides de tener a mano un buen bálsamo labial, con el que podrás evitar que tus labios se agrieten.
¿Eres de los que no están seguros de si se olvidan algo importante? Consulta nuestra lista de todo lo que hay que llevar a la nieve, con una check-list descargable. ¡Te irá de perlas!
¿Te agobian tantos preparativos? ¿Lo tuyo es subirte a los esquís o a la tabla de snow y empezar a medir con la nieve, sin pensar en nada más? Que no cunda el pánico: si esto se te hace una montaña, siempre puedes añadir el alquiler del material de esquí al reservar tu pack de forfait + hotel con nosotros, e ir a recogerlo todo a las tiendas de alquiler de material de esquí de tu estación favorita.