La Molina presenta la nueva Barcelona, la pista del esquí de velocidad en los Pirineos
Publicada:
2 nov 2022
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La mítica pista Barcelona forma parte de la historia de La Molina desde 1954 con la llegada del Telecabina Puig d'Alp en los años de expansión de la estación hacia la montaña de la Tosa.
La pista ha estado cincuenta años en servicio como camino de regreso desde el Refugio del Niu de l’Àliga (2.537 m) hasta el centro de la estación (1.660 m) a través de la pista Volta Muntanya Sagrada.
Aparte del uso comercial, esta pista también se utilizaba como pista de competición en sus inicios.
Actualmente, es una pista accesible con el Telecabina Cadí-Moixeró que llega a la cima de la Tosa de Alp.
Hoy, sesenta y ocho años después de su inauguración, La Molina ha presentado el renovado trazado como una pista negra de 4,75 kilómetros de longitud, con un desnivel de 859 metros y un 66% de pendiente máxima.
Los trabajos en pista se han dividido en tres grandes zonas. La superior, entre los 2490 m y los 1985 m, que es un terreno con muy poca vegetación y donde sólo se han sacado algunas piedras de grandes dimensiones.
La zona intermedia, de 1975 a 1755 m, donde se ha perfilado el suelo y retirado algunos árboles. También se ha hecho movimiento de tierras, garantizando 70 m de ancho de pista y se han canalizado las aguas.
Por último, el tramo inferior y la llegada ya se acondicionó en el año 2010.
El acondicionamiento de la pista ha mejorado el atractivo de la Barcelona tanto para el esquí de ocio como para la competición.
En este último apartado, el trazado está en proceso de homologación por parte de la Federación Internacional de Esquí (FIS) y en muy poco tiempo será el referente de la velocidad en los Pirineos.
Vocación deportiva de La Molina
La Molina desde sus orígenes y en especial desde hace dos décadas ha promocionado el esquí y snowboard de competición, a todos los niveles sociales y deportivos.
Dentro de esta senda para dotar a la estación de estadios, faltaba uno de velocidad que tuviera la posibilidad de ser homologado por la FIS. Con este reconocimiento, La Molina podrá organizar pruebas de velocidad (descenso) hasta el más alto nivel de Copas del Mundo e incluso pruebas olímpicas.
La mejor opción para el trazado de velocidad ha sido siempre la pista Barcelona. Tiene las condiciones óptimas de desnivel y pendientes, presenta un trazado que la realiza técnicamente muy atractiva. Además, tiene el añadido de que ya era una pista existente y, por tanto, acondicionarla no suponía una gran impacto ambiental.
Si bien y como se ha dicho, la pista tiene 4,75 kilómetros de longitud con un desnivel de 859 metros y un 66% de pendiente máxima, las medidas con las que trabaja la FIS para su homologación son:
Longitud: 3.080 m
Cota de salida: 2.490 m
Cota de llegada: 1.740 m
Desnivel: 750 m
Ancho: 70 m
Pendiente variable: Entre 61% y 7%
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